Digital Foundry, especialistas técnicos de Eurogamer, han descubierto una serie de cuestiones interesantes en el análisis comparativo de las versiones de Diablo 3 Ultimate Evil Edition para PS4 y Xbox One.
Los tests han reflejado caídas en la tasa de frames de 60 hasta 40 fps en la versión de PS4, cosa que no sucede en la versión de One, que en todo momento se mantiene estable en 60 fps.
Dicha bajada de frames, según los analistas, provoca cierta sensación de lag en el personaje cuando acaba sucediendo.
Esto sucede en aquellos momentos en que se acumula mayor cantidad de enemigos en pantalla o cuando se arrojan proyectiles y magias que despliegan un repertorio de efectos visuales en pantaña, momento cumbre en el que se resiente el framerate en PS4.
También se han apreciado incosistencias en el controlador en lo referente a jugabilidad, afectando primariamente a PS4 y en menor medida a Xbox One.
Ambos títulos funcionan a 1080p, que son 900p actuales en One que se upgraderán a 1080 el mismo día de salida mediante un parche-actualización.
También se apunta a que la inconsistencia apreciada en el framerate de PS4 podría residir en el apartado de la CPU, generando un cuello de botella. Concretamente se apunta a la velocidad de reloj de la CPU en una y otra consola como factor determinante (1.75 GHz por núcleo en One frente a los 1.6 GHz de PS4).
En el resto de términos, ambas versiones, destacan los analistas, figuran idénticas, si bien levemente inferiores a la versión de PC, que únicamente presenta mejores efectos de sombras.
Podéis consultar el análisis completo y en versión original en el siguiente enlace: Eurogamer
Fuente: GamingWorld
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