sábado, 23 de agosto de 2014

Hoy: Xbox One, ¿cerrando la brecha del resolutiongate? y "el astroturfing en España"



Recientemente, los desarrolladores han podido contar (en su mayoría) con los últimos sdk/devkits de Xbox One distribuidos por Microsoft. Estos nuevos kits tenían la particularidad de liberar un 10% de recursos "reservados" por el sistema para múltiples tareas, entre las que se encontraba el potencial uso de Kinect dentro del juego en cuestión (esto no afecta a las funciones de navegación y comandos en segundo plano, que permanecen al margen de esa reserva de recursos). Gracias a los avances introducidos en ese último conjunto de herramientas distribuido, los creativos de juegos no paran de reconocer lo que ha facilitado el "upgrade". Hablan de menos cuellos de botella gracias a la mayor disponibilidad de recursos, de mayor facilidad para lograr los polémicos 1080p de este comienzo de generación.



Y es que la principal ventaja del "boost" que suponen los nuevos devkits se traduce en una notable mejoría en el apartado de la disponibilidad de recursos para la GPU, una reserva que ahora permitiría a los desarrolladores calibrar el sistema de manera que puedan adaptar su juego al gusto distribuyendo las mejoras disponibles según conveniencia.

Los resultados ya los estamos viendo: juegos como Destiny o Diablo 3 Ultimate Evil Edition han conseguido subir de los 900p iniciales a los 1080p sin mayor esfuerzo gracias a las nuevas herramientas, igualándose por otra parte a los resultados ya logrados en PS4.



Sin embargo surge una nueva duda, planteada ni más ni menos que por CD Project, quienes recientemente han hecho declaraciones en el sentido de dudar poder alcanzar los 1080p en las plataformas de nueva generación, sin llegar a garantizarlo pero recalcando que está en su cuaderno de progresos el tratar de lograrlo. Hablan de "demasiado" para las nuevas máquinas, de un punto en el que serían exprimidas para sacar su máximo partido en cada una pero que no garantiza unos resultados al igual que en PC. Esto se debe, según los creativos, a que el juego usa un motor de nueva generación que requiere de unas especificaciones elevadas que las consolas next-gen no tienen y por lo que están sudando para hacer las adaptaciones necesarias que permitan optimizar el conjunto de la mejor manera posible.

¿Estaremos ante el inicio de una nueva debacle? ¿O quizás las nuevas herramientas en camino como la API DX12 tengan la llave para solucionar estos males? Muchos así lo pensamos, lo cual ha sido refrendado por multitud de desarrolladores con unas argumentaciones más técnicas. Quizás ahí se encuentre el resorte para potenciar los juegos y demostrar el auténtico potencial next-gen.



Por otro lado tenemos el recurso de la nube y el recientemente conocido DeLorean, sistema de ejecución de baja latencia que permitiría utilizar la infraestructura cloud con unos bajos requisitos de conexión y completamente dedicado al gaming, de lo cual trataremos en extenso en otra ocasión, pero que he considerado oportuno mencionarlo como otro de los grandes baluartes de Xbox One de cara a potenciar el gaming de nueva generación y mostrar una auténtica experiencia avanzada (ya que sería uno de los mecanismos para lograr, por ejemplo, la tan cacareada resolución 4k vía streaming remoto).



Como segundo plato del día, abordaré un tema un tanto peliagudo. Y lo cierto es que no se me ocurre una manera infalible con la que orientarlo, ya que ofrece muchas variantes y peculiaridades que habrían de ser tenidas en cuenta, pero aún así, procuraré hacer una exposición del tema: el astroturfing.

Comenzaré, para quienes no conozcan el término, haciendo una citación al periodista Juan Quaglia, quien hace poco hizo una descripción detallada de todo lo que el fenómeno supone:

"El astroturfing es una técnica de marketing que consiste en ocultar al verdadero emisor de un mensaje publicitario o propagandístico, y hacerlo pasar por una expresión popular y espontánea. A través de este controvertido método, se crea popularidad y masividad ficticias, para que otras personas estén más proclives a aceptar la idea, marca o producto que se desea promover. El término proviene de Astroturf, una marca de césped sintético.

Si bien el astroturfing como práctica no es nuevo en el mundo de la publicidad y el marketing político, sí lo es la palabra “astroturfing” y las nuevas modalidades que han nacido de la mano de Internet.

La simulación de experiencias y recomendaciones de clientes es también otra técnica consabida del astroturfing: se recurre a la publicación de comentarios en sitios web, blogs y foros, simulando recomendaciones de productos y servicios por parte de clientes satisfechos.

Pero hay incluso aún más formas. Se conoce como “astroturfing periodístico” al que se sirve justamente de la credibilidad de los periodistas y medios periodísticos, que de manera consciente (periodistas pagos) o inconscientemente (cuando son engañados por noticias falsas o publicitarias), contribuyen a difundir y masificar un mensaje predefinido[...]"



Una vez hecha esa introducción me gustaría referirme al astroturfing de PS4 que está habiendo en los medios españoles y en los foros, principalmente. Los primeros, medios que por defecto, tienden hacia una política versada en publicar todo dato (relevante o no) positivo sobre PS4, todo dato negativo sobre Xbox One y omitir todo aquello que resulte positivo para la máquina de Microsoft. Una sutil directriz marcada desde la línea editorial (previo pago de las correspondientes "compensaciones" en forma de suplementos para el sostenimiento de la publicación, banners, apoyo comercial de tipo asociativo, sobres con dinero (verídico, como puede verse en la imagen a continuación) y determinadas prebendas por el solo hecho de publicar un logo o hablar bien de un producto, aunque sea a base de engrandecerlo). Eso lleva como resultado el que en torno a la figura de PS4, se cree una imagen de "perfección" impulsada desde los "mass media" a la par que se configura otra imagen pesimista, catastrofista y en definitiva, negativa, de su principal competidora: Xbox One.



“Ni una es tan buena ni la otra tan mala”, que diría un buen amigo mío. Pero es la perspectiva que se ha creado. Los medios tienen gran parte de la responsabilidad por ello, ya que la difusión de sus publicaciones promueve precisamente el que llegue al gran público masivo, desinformado, que cree en lo que un medio oficial le comunica, pero que no conoce los intereses ocultos que mueven toda la información detrás de cada revista.

Dicho fenómeno (y esto es lo más grave), a su vez, se ve agravado más aún por la “labor” de auténticos profesionales en foros y redes sociales. Sí, y por profesionales no me refiero a meros “contratados” para hacer una labor publicitaria al uso, no: me refiero a lo que podría llamarse “astroturfers” en nómina. Empleados de X compañía que pasan por distintos lugares a “evangelizar” no ya a los usuarios de la plataforma fabricada por la compañía para la que trabajan, sino para los usuarios de productos de la competencia. Una nueva modalidad de sabotaje del tipo “underground marketing” (publicidad encubierta).



El modus operandi de estos individuos suele estar un tanto estandarizado, ya que presentan pautas de actuación comunes que, sabiendo ya de este fenómeno, los hace fácilmente identificables. Estos usuarios procuran dar una apariencia de la más absoluta normalidad en condiciones convencionales, pero esperan el momento adecuado para ir soltando poco a poco, de manera sutil buscando que no sea apreciable, los datos con tintes o connotaciones claramente publicitarias. Esa pauta se materializa en querer hacer ver a X usuarios que están equivocados, que han tomado una decisión errónea al escoger comprar la consola que han comprado, y tratan de “abrir los ojos” al rebaño para que por el contrario, se decanten por Y otra, la cual según el “profeta” se revaloriza en todos aquellos otros apartados donde la “consola mala” flaquea. Estos usuarios suelen utilizar también una pautas un tanto dinamitadoras de la información, tratando de minimizar el impacto positivo de la información beneficiosa para el producto de la competencia u opacarlo directamente, mientras que por otra parte ensalzan cualquier mínima noticia acerca de la consola para la cual hacen la labor propagandística, tenga realmente relevancia o no.



Esto causa el que otras personas, a lo mejor más manipulables, menos avispadas y probablemente con menores conocimientos y formación que estos astroturfers, los sigan como una especie de evangelizadores de la verdad cuyo mantra hay que seguir, generando toda una espiral astrotúrfica de personas normales que se acaban dejando llevar por la corriente marcada por el amigo publicista, esto es, acaban por concebir una única verdad: la que reside en las palabras del astroturfer y se encargan de difundirla por todos los lugares que pueden, muchas veces inconscientemente. Un trabajo que a la compañía le viene de lujo ya que crean un ejército publicitario al que no tienen que pagar y que entra a formar parte de la maquinaria propagandística pretendida.



A estos individuos los he visto por unos cuantos lugares ya: EOL, Meristation, 3DJuegos, etc. Todos estos, sitios en cuyos foros siempre se ven individuos con nicks aparentemente diferentes (que pudieran incluso ser una misma persona con varias cuentas) que se encargan de, como explicaba Quaglia, alabar las virtudes de un producto dando una apariencia de satisfacción y pleno valor a su consola, mientras que relativizan, cuestionan o polemizan todo lo del resto de plataformas, especialmente si son competidoras directas.

Y la cosa es que el común de los foreros, no se da cuenta de que estos personajes pueblan los foros que ellos mismos también frecuentan, y es, como hemos dicho, debido a que usan esa dinámica de adaptación a la masa para crear una imagen de ser “uno más”, cuando la realidad es que no lo son, ya que están trabajando y siendo pagados por ello. Conozco a unos cuantos, de los que tengo referencias tanto personales como profesionales (y tanto de primera mano como a través de terceras personas implicadas) acerca de la labor que realizan.



Quizás a partir de hoy y una vez leáis esta entrada, deberíais echar un ojo las redes por las que posteéis, ya que puede que os acabéis percatando de la presencia de más de uno de estos “profesionales” de la publicidad que tratan de hacer la vida imposible al libre mercado, ya que se sirven de unas funciones hasta hace poco desconocidas para realizar una labor encubierta, imperceptible si no se conoce la manera en que proceden. Cuando veáis a un espontáneo que sistemáticamente se enroca en generar una corriente de convicción acerca de una opción de mercado que minimice las demás como si no existiesen, se esmere de manera exagerada en ello hasta resultar extraño y procure mover a la masa hacia una aparente corriente de opinión, amigas y amigos míos, podréis dar por hecho entonces que estaréis ante uno de estos publicistas. Acabaréis de conocer a un astroturfer de élite y presenciar su puesta en escena. La manera en que reaccionéis a ello e interactuéis con él/ella, depende de vosotros mismos, según optéis por manteneros fieles a vuestro propio criterio y juicio de valor, o decidáis dejaros llevar por su corriente cuidadosamente introducida en el colectivo donde esté actuando (que es lo que a ellos les interesa, comercialmente hablando, ya que la mayoría de las veces trabajan bajo comisión).


Fdo: D.M.A., empleado de Microsoft Ibérica.



Fuente: GamingWorld

No hay comentarios:

Publicar un comentario