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Microsoft ha publicado su informe anual 10-K, documento requerido por las autoridades de Estados Unidos (U.S. Securities y la Comisión de Intercambio), el cual lleva adjunto un informe financiero del último año fiscal, el cual finalizó el 30 de julio del presente año natural, donde entre otros datos, se reflejan los ingresos y gastos de la división Xbox y sus dispositivos.
En resumen, diremos que se han registrado unos beneficios de 1.700 millones de dólares en la división Xbox, fundamentalmente debido a las ventas de Xbox One, o el equivalente al 34% del total de ventas del sector de Computación y Hardware de Juego. El punto negativo lo encontramos en el apartado de gastos, que ascienden hasta 2.100 millones de dólares o el equivalente al 72%.
Ello da como resultado, al ajustar la diferencia entre ingresos y gastos, unas pérdidas de 400 millones de dólares (al superar los gastos a los ingresos).
Como nota tranquilizadora, cabe decir que estos resultados entran dentro del estándar de normalidad de una gran corporación, coincidiendo con el potente esfuerzo económico en inversión para poner en funcionamiento la vida comercial de un nuevo producto lanzado al mercado (gastos de producción, marketing, investigación y desarrollo).
En cuanto a los gastos en investigación y desarrollo, el gasto asciende a 600 millones de dólares, a lo cual ha contribuido la reciente contratación de numeroso personal propio de dicho campo del negocio.
Sin embargo, desde Microsoft aseguran que son gastos perfectamente asumibles, debido fundamentalmente a la sólida salud económica de que goza la compañía.
Fuente: GamingWorld
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