martes, 13 de enero de 2015

Mi ultima sorpresa navideña hace justos 10 años.



Quiero contar una experiencia que me sucedió hace exactamente 10 años, donde posiblemente fueron mis ultimas navidades de ilusión familiar en cuanto a padres a hijo.

En el 2001, mi padre me regaló la Playstation 2 por motivos de salud que marcaron época muy dura y la verdad que agradecí mucho porque mi estado de ánimo subió mucho.

Como consola, gráficamente el salto que me transmitió respecto a Playstation e incluso Dreamcast me sorprendió muchísimo, en aquella época era un niño y el alquiler de videojuegos era muy común en mi, además me pilló en una etapa muy dura de mi vida en el cual durante 1 mes estuve en cama sin moverme y disfruté de grandes videojuegos como GTA III, Silent Hill 2, Unreal, Fifa 2001...



...durante 3 años, me dio muchas alegrías la consola, hasta que un día, un fallo muy común en los primeros modelos hizo que no pudiera jugar casi a ningún juego, tenía el lector muy tocado del uso y del típico fallo de las primeras remesas donde el lector mostraba sus ultimas horas leyendo muy lentamente y muy pocos juegos.

Aguanté así la consola hasta finales del 2004 donde un amigo, se ofreció a ayudarme para arreglar la consola, accedí a esta. casi 1 mes después, el mismo día 23 de diciembre le pedí la consola, además de preguntarle que si había conseguido algo, agachó la cabeza y me dijo que no tenía arreglo que estaba ropa...Le dije que me la trajera y me la dio todavía peor que cuando se la entregué, completamente desguazada, incluso le faltaban algunas piezas.

Me la llevé a casa y cuando me vieron la consola mis padres, lo primero es que me preguntaron que sucedió. Les dije que intenté arreglarla y que ya estaba rota...Después de contarle lo sucedido, mi padre ya me dijo tanjantemente que era la ultima consola que me iba a comprar, que si la quería de nuevo, que ahorrase con la paga semanal hasta llegar (cosa muy muy complicada).

Me apagué bastante, más cuando tenía el Dragon Ball z Budokai 3 nuevo, pendiente de estrenar pagado con mis ahorros donde en su día, en estas edades, siendo estudiante era muy difícil comprar una novedad. El dia 23 y el 24 parecía un zombi, comiéndome la cabeza de cómo me ocurrió eso con la consola e incluso porque se la dejé al amigo para al final acabar peor todavía.


El mismo día 24 por la noche, se ve que hablaron mis padres y esa misma noche, mi padre me dijo que le acompañase al videoclub para elegir una película para mi madre, una vez allí, cuando está pagando el alquiler, le dice al dependiente "sácame la playstation 2 que tienes en el escaparate"...Yo no me lo podía creer, mi padre nunca le ha gustado regalarme estás cosas y siempre en navidades, sus regalos son de un presupuesto inferior. Le dí un abrazo, un beso y le dí las gracias, me dijo que a cambio la cuidase y no se la dejase a ningún amigo ni estropeada que si se estropea que lo consultase con el.

Ese día, fueron mis ultimas navidades, con una ilusión navideña de verdad. Lo más importante, une vinculos familiares y te hace valorar más lo que pueden hacer personas que te quieren por ti.

Han pasado 10 años, pero es algo que siempre recordaré, porque que alguien se esfuerce por arreglarlo y estar bien, es impagable, yo por supuesto, respondí con agradecimiento sabiendo el esfuerzo que era. Además en la actualidad esa misma consola, la sigo teniendo, con la caja y me sigue funcionando, no hay dinero que me haga cambiarla.

Con todo esto, os quiero decir, que muchas veces, las navidades son como una noria, a veces te toca ilusionar, otras te toca pasarlo mal, otras te ilusionan pero especialmente lo importante de todo, es hacerles saber que estás ahí para lo bueno y lo malo, porque las navidades se viven una vez al año, puede que muchas no sean buenas...Pero quedaros siempre con lo bueno.

Fuente: GamingWorld



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